EL DINERO Y CÓMO MANEJARLO

El artículo de hoy está inspirado en los libros de Robert Kiyosaky, inversor multimillonario con una visión diferente y trasgresora acerca del mundo del dinero.
La educación financiera debe comenzar por aprender las reglas del dinero. La ignorancia en esta materia nos lleva a gestionar mal nuestro tiempo y nuestras finanzas. Es lamentable que esta materia no nos la enseñen en las escuelas, pero no por ello debemos dejar de aprenderlas. Es más, considero nuestra responsabilidad transmitir estas nociones a nuestros hijos para que puedan defenderse bien en la vida. Todos somos clientes de un banco, todos pedimos un préstamo, utilizamos una tarjeta de crédito... y si no lo hacemos con conocimiento podemos llegar a lamentarnos.
El mundo está cambiando mucho en los últimos años, lo que servía hace 20 años hoy puede estar obsoleto, por lo que debemos ser flexibles y adaptarnos a las circunstancias que nos tocan vivir en cada momento.

REGLA NÚMERO UNO: Debemos aprender a diferenciar los ACTIVOS (aquello que pone dinero en nuestro bolsillo) de los PASIVOS (aquello que nos saca dinero de nuestro bolsillo).

Iremos sofisticando el tema, pero es crucial para empezar que conozcamos esta diferencia.
La sociedad actual nos lleva a caer en un círculo vicioso: encontramos un trabajo, aumentan nuestros ingresos, lo que nos lleva a incrementar nuestros gastos financiándolos con deuda, lo que nos hace trabajar más todavía para seguir costeándonos el ritmo de vida que nos hemos impuesto.
Sin embargo debemos buscar el círculo virtuoso: adquirir activos (aquí si puede ser conveniente endeudarse) que nos produzcan rendimientos, con estos rendimientos cada vez podremos adquirir más activos, con lo que los rendimientos se incrementarán. Debemos cebar o engordar nuestros activos. Esto hará que llegue un momento que los rendimientos generados por nuestros activos sean suficientes para cubrir todos nuestros gastos. Ese día habremos conseguido la Independencia Financiera.
El dinero se convierte así en nuestro empleado.
Debemos salir de nuestra zona de confort, de nuestra zona de seguridad y comenzar a construir activos. No importa que al principio sean modestos, irán creciendo con el paso del tiempo.
El tiempo juega a nuestro favor, así que cuanto más pronto empecemos, mejor.
Cada día es más importante ocuparnos de nuestro futuro financiero ya el Estado no va a garantizarnos nuestro futuro. No nos lo dice, pero no van a poder. La población cada vez vive más años y cada vez nos incorporamos más tarde al mundo laboral. Es un sistema piramidal que algún día colapsará, o en el mejor de los casos, sin colapsar, podrá costearnos una asistencia financiera mínima.
Seamos responsables, no dependamos de terceros.
Este sí es nuestro derecho a decidir, a decidir ser libres e independientes financieramente.
Hoy, en el mundo de las libertades, podemos decidir ser libres, trabajar nosotros o poner nuestro dinero a trabajar.